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Los coches eléctricos deberán emitir algún ruido.
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Los VMP están regulados para evitar accidentes.
La seguridad también es amiga de la movilidad sostenible
Una de las necesidades de las smart cities actuales es la seguridad vial. Querer que los ciudadanos estén seguros vayan a pie, en bicicleta o en coche. Diferentes políticas y medidas están a favor de controlar la forma de moverse de las personas y, por eso, la movilidad sostenible está siendo protagonista de este cambio. ¿Cómo ha cambiado la forma de prevenir los accidentes de tráfico?
El centro de las ciudades
Aglomeraciones de gente. De coches. De bicicletas. El centro urbano es un hervidero en constante movimiento. ¿Qué ha hecho la capital de España para reducir la contaminación y aumentar la seguridad vial? Hablamos de Madrid Central.
Más restricciones para los coches se traducen en medios de transporte más seguros, como el transporte público o a pie. La ampliación de las aceras ha conseguido que no solo respiremos mejor en la ciudad, sino que vayamos más tranquilos.
Uso racional del automóvil particular
Una de las máximas de la estrategia de seguridad vial en España es fomentar el uso de otros modelos de transporte. El coche de combustión particular se deja a un lado por alternativas más eficientes. Los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) y el transporte público evitan los atascos y disminuyen los accidentes de tráfico.
Recuerda que la movilidad sostenible es la mejor amiga de la eficiencia
– Muévete en verde –
Seguridad vial & coches eléctricos
Los coches eléctricos no emiten ruido al circular. Eso puede suponer un peligro para los viandantes que se fían más de su oído que de sus ojos. ¿Verdad o mentira? La normativa exigirá una serie de sonidos a la movilidad eléctrica para advertir a los ciudadanos.
A menos de 20km/h, y a partir de julio de 2019, los vehículos eléctricos deben emitir un sonido similar a un coche de combustión (a más de esa velocidad basta con el ruido de la rodadura).
Los nuevos modelos de transporte, a prueba
Hace poco, los patinetes eléctricos volvían a las grandes urbes. La regulación hace que sean menos. Por ejemplo, en Madrid tienen 10.000 licencias repartidas por barrios.
También se ha regulado por dónde pueden circular. Tienen prohibido ir por las aceras, solo pueden aparcar. Se ha equiparado su zona permitida con la de las bicicletas.
Información a tiempo real
Prevenir mejor que curar e informarse antes de lanzarse son dos máximas de la seguridad vial. Ciudades como Valencia o Santander tienen sensores repartidos por su urbe para ofrecer datos a sus ciudadanos de los cientos de servicios públicos que tienen a su disposición.
Estos sensores también recogen el estado del tráfico, de las carreteras y de cualquier otro inconveniente que pueda afectar a la circulación habitual. Una medida que ya copian ciudades más pequeñas como Gijón.
Por un mundo mejor
Aunque aún queda mucho por andar, la movilidad sostenible da pasos de gigante en su lucha por conseguir ciudades más limpias, inteligentes y seguras. Es cuestión de tiempo que la cifra de accidentes de tráfico disminuya drásticamente.