Movilidad sostenible y conectada: los nuevos retos
En 2019, España registró un mínimo histórico de víctimas mortales en accidentes: 1.098. La cifra, aunque es la más baja desde que se contabilizan, revela que en nuestro territorio se producen de media tres fallecimientos al día por accidentes de tráfico, un número que invita a seguir investigando y desarrollando medidas que acaben con la lacra de la siniestralidad en las carreteras. Para alcanzar un futuro en el que la conducción de vehículos se realice sin estrés, sin accidentes y sin emisiones, la Inteligencia Artificial (IA) es clave.
Definida en 1956 por el profesor universitario John McCarthy como “la ciencia y la ingeniería de crear máquinas inteligentes, especialmente programas informáticos inteligentes”, el desarrollo de la Inteligencia Artificial en el transporte augura que el vehículo del futuro será automatizado, conectado, multimodal y sin emisiones. Como paso previo, las compañías trabajan en diferentes proyectos relacionados con el Big Data, la movilidad conectada e inteligente y están creando diversas apps asociadas a ello.
Usos de la Inteligencia artificial en el transporte
Según un informe de Microsoft, en 2025, el 100% de los coches nuevos estarán conectados entre sí, mientras que en 2030 el 15% de los vehículos estrenados serán autónomos. Y lo más importante, todos enviarán, recibirán y analizarán enormes cantidades de datos. Municipios, fabricantes, talleres, aseguradoras, autoridades de tráfico y servicios de emergencia podrán utilizar toda esa información para mejorar los procesos en el ámbito de la movilidad. Pero, ¿cuáles pueden ser sus usos? A continuación, recogemos algunas de las formas en las que la aplicación de la Inteligencia Artificial hará progresar el sector de la movilidad:
-
- Reducción de los accidentes en carretera. La recogida y tratamiento de los datos de los vehículos permitirá aprender cuáles son las distintas causas de los accidentes de tráfico: averías, fatiga, condiciones meteorológicas, la distracción… Entender las razones que hay detrás de un accidente y poder predecir cuándo se producirá uno similar permitirá avisar a conductor y/o empresa para, consecuentemente, mejorar la seguridad en la conducción.
- Mantenimiento predictivo. Losalgoritmos se encargarán de detectar los errores potenciales en función de los datos estadísticos recogidos en los mismos modelos de coches, con condiciones de conducción similares, y así se programarán las visitas al taller en la agenda de los propietarios de los vehículos.
- Transporte público bajo demanda. Las rutas podrán ser planificadas según la demanda y la capacidad, teniendo en cuenta tanto datos históricos como en tiempo real.
- Logística inteligente. Uno de los aspectos más desarrollados en la actualidad. Seguimiento de los patrones de los operadores en combinación con pedidos predictivos en determinadas áreas para reducir así los tiempos de entrega y optimizar los niveles de existencias en los almacenes.
Conectado y sin emisiones: el vehículo del futuro
En gran reto que la sociedad actual tiene por delante tiene que ver también con la movilidad. El desarrollo y la expansión de las grandes ciudades necesita de soluciones compatibles con la sostenibilidad medioambiental y la integración de las demandas que la ciudadanía hace sobre ello. Hay que seguir avanzando de la mano del planeta. Respetándolo. Cuidándolo.
La aplicación de la Inteligencia Artificial en el transporte traerá un vehículo sin emisiones, conectado, con llamada de emergencia automática y asistente personal. En definitiva, un coche inteligente. Son muchos los fabricantes que están colaborando con compañías dedicadas a la IA para desarrollar este tipo de vehículos, capaces de reconocer objetos, evaluar situaciones complejas de tráfico, mejorar la seguridad vial y optimizar el tiempo que pasan los conductores en los automóviles.
Inteligencia Artificial y aplicaciones móviles
Alicia Asín, experta española en Inteligencia Artificial y cofundadora y Consejera Delegada de Libelium, nos habla de la importancia de las aplicaciones móviles que potencian la movilidad sostenible en la actualidad y también de los retos que deben afrontar en un futuro muy próximo.
“El desarrollo de aplicaciones móviles unidas a nuevos métodos de transporte compartido (patinetes y motos eléctricas, servicios de car-sharing…) ha resultado muy beneficioso para agilizar el tráfico en las grandes ciudades. Sin embargo, algunas urbes tienen dificultades para hacer planes de movilidad en base a datos objetivos extraídos de los patrones de consumo de los usuarios. Es necesario conocer y poder detectar las necesidades y preferencias de los ciudadanos en sus movimientos diarios para adaptar los recursos y los planes a ellos y no a la inversa. En caso contrario nos encontraremos con una sociedad que evoluciona al margen de la planificación urbana que hacen sus gestores públicos.
En materia de movilidad, también hay que poner el foco de atención en la explotación de los recursos de aparcamiento que tienen los espacios públicos y privados. Para poder sacar partido de las infraestructuras de parking y ponerlas al servicio de los usuarios, es importante invertir en tecnologías de detección de plazas de parking que, unidas a aplicaciones móviles, mejoren la experiencia de los usuarios al mismo tiempo que reducen el tráfico, las emisiones de gases y el tiempo que los conductores pierden al volante. Es un gran reto que tienen tanto los ayuntamientos como los gestores de instalaciones privadas (aeropuertos, hospitales, universidades, centros comerciales…). Incluso en nuestras propias viviendas podríamos contribuir a la movilidad sostenible haciendo que nuestras plazas de garaje fueran accesibles a los usuarios cuando están libres.
La mejor estrategia es poner la tecnología al servicio del ciudadano y usuario final porque sólo facilitando su movilidad y no restringiéndola será como evolucionaremos hacia un modelo más sostenible y respetuoso con el medioambiente”.