Cumbre Mundial del Clima: los acuerdos

La Cumbre del Clima (COP25) ha llegado a su fin y, con ella, uno de los eventos sobre cambio climático más importantes del año. Celebrada en Madrid y presidida por Chile, país anfitrión, el evento ha contado con multitud de representantes de casi todos los países, lo que ha permitido poner en común distintas visiones con un mismo objetivo: garantizar el futuro de nuestro planeta.

Las distintas delegaciones han mantenido intensas reuniones durante los 12 días que ha durado la cita. Doce intensas jornadas en las que la comunidad científica, la sociedad civil y los gobiernos han conseguido llegar a un consenso y aumentar la ambición climática, así como comprometerse a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Del Acuerdo de París a la Cumbre del Clima

Todo ello ha sido posible bajo el amparo del Acuerdo de París, que ha sido tomado como punto de partida y a partir del cual se ha avanzado en las negociaciones. Este pacto, adoptado en diciembre de 2015, en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrado en París, nació con un claro objeto.

Su premisa central fue la de reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático y proseguir los esfuerzos por limitar el aumento de la temperatura en el planeta. Fueron 96 países y la Unión Europea firmaron este compromiso para unir sus fuerzas en pro de mejorar la salud del planeta.

Chile-Madrid, tiempo de actuar

En esta ocasión el documento aprobado, Chile-Madrid, tiempo de actuar’, recalca la necesidad “urgente de mantener el aumento de temperatura media global a muy por debajo de 2ºC por encima de los niveles preindustriales”. Además, este pacto idea por primera vez un presupuesto destinado a solucionar desperfectos materiales y económicos que generen los fenómenos climáticos extremos a través del Fondo Verde.

De momento solo 84 países han ratificado su voluntad de cumplir los acuerdos establecidos, aunque, como ya pasara en los Acuerdos de París, los gobiernos podrán continuar adhiriéndose al pacto en un futuro.

Los retos del futuro: el mercado de carbono

La asignatura pendiente pasa ahora por desarrollar en profundidad el artículo 6 del Acuerdo de París referido a los mercados de dióxido de carbono. De acuerdo con él, las partes deberían comprometerse a crear un mercado de carbono en el que los países que superasen los límites de contaminación pudieran comprar créditos de emisión a aquellos estados que no alcanzaran el tope.

Presumiblemente este será uno de los ejes en torno al que gire la próxima cumbre, que tendrá lugar en la ciudad de Glasgow en noviembre de 2020.

Mucho trabajo hecho, aún mucho por hacer

Es innegable el esfuerzo que todos los participantes en esta Cumbre Mundial del Clima han realizado para poder llegar a los acuerdos explicados. Aun así, es innegable el esfuerzo que aún se debe realizar en materia de reducción de emisiones si queremos que el incremento de la temperatura se mantenga por debajo de 1.5 grados.

Debemos ser conscientes de que esta reducción pasa en enorme medida por un cambio en las costumbres de todos. Rutinas establecidas en materia de transporte, como el uso de los vehículos privados de combustión, deben ser sustituidos por medios más sostenibles, como el transporte público o los vehículos cero emisiones al circular.

Por ello, será importante que miremos al futuro escuchando siempre las voces científicas que nos alertan de la necesidad de un cambio y exigiendo medidas oportunas que nos permitan seguir habitando nuestro planeta tal y como lo conocemos.