Comprar un coche no es una decisión precipitada. Variables como el precio de la gasolina o gasoil, la cilindrada, los caballos, o el desembolso inicial son solo algunas de las características que pensamos antes de sacar la billetera. En resumen, buscamos el mejor ahorro y, aunque parezca impensable, un coche eléctrico puede ser la mejor opción.

12.000 euros. Esa es la diferencia media de precio entre un coche de combustión y otro eléctrico de la misma gama, con características y funcionalidades similares. En una primera toma de decisión, parece una cantidad determinante, algo que eleva el presupuesto de todos los que están buscando renovar su flota de vehículos particular.

Si solo conociéramos estos datos, la primera impresión estaría clara: olvídate de nuevas formas más eficientes de conducción, yo me quedo con lo seguro. Pero la información que circula por la red, por organismos oficiales y por expertos en el mundo del motor dan un giro de 180º a esta decisión de compra. Las ventajas en materia de ahorro que ofrecen los coches eléctricos son muchas, y son capaces de cambiar la opinión de los más fieles amantes de motores de combustión.

1.- El primer impuesto, y sin tener aún el coche 

El impuesto de matriculación no es otra tasa impositiva que grava las emisiones de CO2 que emite el vehículo. Este es el primer paso del ahorro para los coches eléctricos: están todos libres de pagar esta tasa.

 Los coches de combustión por debajo de emisiones de 120g/km están exentos de pago, pero la cifra puede alcanzar hasta un 15% de la base imponible del vehículo. Por ejemplo, tomando un coche cuya base imponible son 10.000 euros, se debe pagar (o de lo contrario no se puede conducir) alrededor de 1.500 euros.

2.- Un 75% menos de impuestos para coches eléctricos

Otra tasa que se debe tener en cuenta es el impuesto de circulación, oficialmente conocido como Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica. Cada localidad, municipio o ayuntamiento lo establece a su parecer, pero suele rondar desde los 25 euros para aquellos coches menos potentes, hasta los 215, para coches que no tienen nada que envidiar a los de F1.

Apostar por el coche eléctrico hace menos daño en la cuenta bancaria que uno de combustible

– Muévete en verde –

Otra buena noticia para aquellos que se pasen a los enchufes es que la rebaja del tipo fiscal es del 75% en toda España. Volviendo a nuestro coche de combustión imaginario, su dueño pagaría una tasa de 75 euros anuales, mientras que el eléctrico de misma potencia solo 19 euros.

3.- Comparando combustibles

El precio de la gasolina en España ronda los 1,4 euros. Esto es, claro, por litro de combustible. La media de consumo de tres marcas de concesionarios ronda, según un artículo de coches.net, los 5 litros a los 100 km. Todos sabemos que este número se duplica fácilmente si conducimos por ciudad, en atascos o con el coche cargados de maletas. Sin hacer muchos cálculos enrevesados, y sabiendo, según otro estudio, que los conductores hacen una media de 12.000 km anuales, esto puede suponer un gasto de 12000 euros anuales.

¿Qué ocurre con los eléctricos?

Si se dispone de un punto de carga en casa, y se aprovechan tarifas como la Supervalle, los 100 km de carga podrían rondar desde los 90 cts al 1,5 euros, es decir, de 108 a 150 euros anuales. La diferencia parece poca, pero en la vida útil de un automóvil, la diferencia puede ascender a 11.000 euros. Y si se dispone de punto de carga en el trabajo, la recarga es totalmente gratuita, por lo que la diferencia es aún mayor .

La diferencia de precio entre el coche eléctrico y el de combustión se recupera gracias al precio del combustible #enchufados #smartmobility

– MUÉVETE EN VERDE –Tweet

4.- Aparca y olvídate de tickets

  • La zona verde, para residentes o estacionamiento de no más de dos horas;

  • La zona azul o de estacionamiento regulado;

  • Incluso la zona naranja, similar a la verde.

Estos tres métodos de aparcamiento en la calle tienen precio, tienen límite de tiempo y tienen máquinas para sacar el ticket (uno tras otro si la parada es larga).

Por suerte, los coches eléctricos pueden aparcar gratuitamente en algunas grandes ciudades del país. Incluso, con el futuro cierre del centro de la capital a vehículos autorizados, los modelos de vehículos eléctricos podrán seguir circulando por Gran Vía y alrededores.

5.- Cambia, arregla, repara

El medio Xataka hizo una estimación del gasto que implica conducir un vehículo: ya sea por cambiar el aceite, arreglar el tubo de escape o reparar el embrague, por kilómetro recorrido el gasto asciende 5cts de euro.  Parece poco, pero multiplicado por los 12.000 km de media que hacemos los españoles al año, resultan en 600 euros que van a parar a los bolsillos de mecánicos.

¿Y el coche eléctrico? En primer lugar, tiene un mecanismo interno más sencillo, y sin tantas piezas, procesos o complejidades, el mecanismo se estropea con menor frecuencia que uno de combustión. Aunque no hay una cifra exacta, muchos expertos apuntan que se reduce de manera significativa el gasto en reparaciones, incluso de un 20%.

El ahorro es mayor con … el coche eléctrico

Ya  te hemos ido dando las pistas a lo largo del artículo, pero hay una conclusión clara: apostar por el coche eléctrico hace menos daño en la cuenta bancaria que uno de combustible. El ahorro ya no solo se traduce en dinero, sino en no visitar talleres en una temporada, en poder aparcar en zona azul sin esperar una multa o, sencillamente, en ahorrar en contaminación, siendo respetuosos con el medio ambiente.