¿Qué puedes ver en este artículo?:
No vale con recoger la basura o reciclar. El turismo sostenible implica el cuidado del medio ambiente y el desarrollo de la sociedad y economía local.
Nos movemos por el mundo para conocer otras culturas, descubrir hermosos paisajes o probar exóticos manjares. Desde el comienzo de los tiempos, el ser humano ha demostrado un deseo incombustible de saciar su curiosidad avanzando kilómetro tras kilómetros. Tanto es así, que muchos aprovechan las vacaciones para conocer nuevos destinos que, en ocasiones, no tratamos como se merecen. ¿Cumplen tus viajes con el turismo sostenible?
Cómo comenzar un viaje sostenible
Maletas, sombrilla, la nevera de la playa y algún que otro juguete para los niños. ¿Está todo? ¡Que comiencen las vacaciones! Si practicas un turismo sostenible, imaginamos que realizarás el viaje en un coche eléctrico.
Por suerte, las constates innovaciones del sector, han mejorado la autonomía de estos vehículos y cada vez es más sencillo y cómodo realizar viajes largos gracias a la movilidad sostenible. Los avances en baterías de coches eléctricos, que buscan nuevos materiales más eficientes o la instalación de puntos de recarga ultrarrápidos, favorecen a esto.
También ayuda, por supuesto, la proliferación de puntos de recarga, cada vez más presentes en todas las carreteras y ciudades. Muchos de los puntos de recarga, como los de Iberdrola, ofrecen energía 100 % limpia, procedente exclusivamente de fuentes renovables. Si, al realizar un viaje largo, te detienes en una de estas estaciones, tu vehículo será cero emisiones al circular y al recargarse.
Turismo sostenible, más allá de la definición
Sin embargo, viajar de forma sostenible va mucho más allá de cómo te mueves. De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT), el turismo sostenible es aquel que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas.
El turismo sostenible tiene en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales
El turismo contribuye al cambio climático mientras que también se ve perjudicado por el mismo. Por ello, el sector debe ser el primer interesado en tratar de mitigar los efectos del calentamiento global. Por suerte, puede responder a esta problemática desde diferentes puntos:
-
- Reduciendo el consumo de energía y utilizando fuentes renovables, especialmente en el sector del transporte y el alojamiento.
- Conservando los recursos naturales y la diversidad biológica, que son a su vez un atractivo fundamental de muchos lugares turísticos.
- Protegiendo las costumbres, construcciones y valores de las comunidades anfitrionas y los pueblos indígenas.
- Asegurando unas actividades económicas viables a largo plazo, que reporte beneficios justos y equitativos a todos los agentes. Algunas formas de lograrlo son garantizando un empleado estable y de calidad dentro del sector y la obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades locales que contribuyan a la reducción de la pobreza.
La OMT está encargada de la promoción de un turismo responsable, sostenible y accesible para todos que tenga en su punto de mira el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), cuyo alcance es universal. Puedes leer aquí más sobre cómo contribuye este sector sobre cada uno de los objetivos.
Cómo elegir un alojamiento sostenible
Por suerte, la conciencia sobre el cuidado del planeta cada vez está más extendida. El deseo por viajar de forma sostenible es una preocupación presente en las decisiones de los turistas. Así lo afirma un estudio de Booking.com que muestra que el 73 % de la comunidad viajera tiene mayor predisposición a reservar un alojamiento que haya implementado prácticas sostenibles.
El uso de la energía es un pilar fundamental de estas medidas puesto que el turismo aporta una gran cantidad de emisiones a la atmósfera. De hecho, el sector hotelero produce entre 160 y 200 kg de CO2 por metro cuadrado de habitación.
Es importante conocer qué tipo de energía utiliza el lugar donde vayamos a alojarnos. En este sentido, las fuentes de energía renovable como la solar o la eólica serán los mayores aliados de esos lugares a la hora de aportar la electricidad que climatice, refrigere y haga funcionar todos sus sistemas y servicios. La iluminación también es importante. Si emplea iluminación LED el consumo puede verse reducido hasta en un 80 %.
Por supuesto, será indispensable que cuente con un aparcamiento que ofrezca puesto de recarga de coche eléctrico. La mejor forma de asegurar que, mientras tú descansas, tu vehículo también recarga sus pilas. Cada vez son más los hoteles que cuentan con este tipo de servicio para que sus huéspedes puedan viajar de forma sostenible de forma rápida y cómoda.
Los hoteles sostenibles cuentan con puestos de recarga de coche eléctrico
Otros criterios que nos ayudarán a escoger un alojamiento sostenible es que emplee productos autóctonos y de temporada, así como que cuente con a personal local. Consumir local ahorra emisiones al medio ambiente y favorece a la conservación de la biodiversidad. Además, contratar a la población local favorece a la economía del lugar, a la seguridad de las familias y ayuda a reducir la pobreza, sobre todo en países en vías de desarrollo.
Así mismo, un alojamiento sostenible impulsará la economía circular en todas las formas posibles. Esto implica que tendrá un sistema de reciclaje para los residuos que genere el propio hotel y los huéspedes. También que tendrá un plan para evitar el desperdicio alimentario de los excedentes de comida de sus menús o bufés.
No es necesario analizar al detalle los hoteles que barajamos para alojarnos. Actualmente, existen diferentes certificaciones que nos ayudarán a distinguir qué lugar cumple con el turismo sostenible
Green Globe: Es una de las más exhaustivas. Analiza la sostenibilidad amiental, social y económica tanto del hotel como de sus asociados y proveedores.
Green Key: clasifica los hoteles en función de su nivel ecológico otorgando de 1 a 5 llaves, dependiendo de su nivel de cumplimiento con el programa. 5 llaves es la clasificación más alta. Los criterios que evalúa son la conservación de agua y energía, la gestión ambiental y de residuos, la calidad del aire en interiores, el impacto en la comunidad, la construcción de infraestructura y el uso de la tierra.
Green Tourism Active: ofrece verificación en la propiedad y certificaciones. Sus evaluaciones incluyen prácticas sostenibles sobre consumo de energía, conservación de recursos hídricos, adquisiciones sostenibles, conservación cultural, prácticas del personal y más.
Existen muchas más certificaciones, aunque estas son tres de las más conocidas. Para garantizar que estás planeando un viaje sostenible solo tienes que tratar de encontrarlas en la web del operador o empresa que quieras contratar.
Por lo demás, solo queda hacer maletas. ¿Listo para unas vacaciones de turismo sostenible? Porque el planeta sí que lo está.