El 10% del PIB español ha hablado

Que el sector del automóvil iba a ser de los primeros preocupados por la movilidad sostenible no es una sorpresa. Que se haya manifestado con un acuerdo común tan pronto, quizás algo más. Lo que está claro es que el futuro de la conducción preocupa al sector, que quiere propuestas que garanticen que las carreteras del futuro estén limpias, sean económicas y defiendan la eficiencia.

La industria conduce hacia el futuro

SERNAUTO, Asociación Española de Proveedores de Automoción, ha elaborado un decálogo del buen hacer respecto al transporte que huye de la combustión. No solo defienden una movilidad sostenible económicamente realizable, sino también segura para peatones, conductores y demás implicados en el nuevo modelo.

Los proveedores de automoción suman más del 70% al valor final del vehículo e invierten en I+D+i más del triple que la media del resto de industrias del país. 360.000 empleos son los puestos que generan a lo largo de ciudades y pueblos de España. Una cifra nada desdeñable que potencia su voz a la hora de hablar de estos asuntos. ¿Qué medidas han incluido entre sus propuestas?

Propuestas de inversión en talento y futuro

Nada de acciones puntuales o estrategias a corto plazo. Todos debemos ponernos de acuerdo para asegurar un éxito competitivo globalizado y visionario de la movilidad sostenible. El apoyo a la inversión en I+D+i parece crucial para ser el motor de cambio y referente mundial, tanto en tecnologías como infraestructuras y componentes.

Pero la inversión no llega sola. Alejarnos de la incertidumbre y la inestabilidad en este sector anima a que nuevos inversores quieran sumarse, ofreciendo un nivel de confianza mayor a los futuros consumidores y trabajadores del sector. De hecho, una oferta de empleo adaptada al nuevo panorama es otro de los puntos a tratar.

Eficiencia en común y uniformidad

La regulación en materia de movilidad debe empezar desde los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Unión Europea y, después, adaptarse de manera estatal, provincial y municipal, pero siempre siguiendo una línea común. Es clave aquí que la ley defienda la neutralidad tecnológica, pues, aunque el modelo eléctrico es el más sostenible, todas deben avanzar hacia un modelo de transporte eficiente.

La legalidad también debe vigilar las buenas prácticas en el mercado. Nada de piezas de vehículos fuera de uso y un mayor control en el montaje, así se garantiza la calidad y seguridad. Y esta cadena debe responder a las directrices de la economía circular, tanto en el reciclaje como la reutilización del máximo posible de componentes.

Vehículos eficientes renovados

La contaminación del aire es un tema primordial para la industria. Para disminuir el impacto de las emisiones, es necesario renovar el parque de vehículos españoles. Vehículos nuevos, pero también un mantenimiento óptimo, ya que un vehículo en condiciones perfectas reduce, además de la contaminación y el gasto, el riesgo de accidente.

En conclusión

La industria está demandando ir paso a paso. Nada de correr antes de aprender a andar. Pero sí piden el compromiso de todos. Y es que convertir nuestro país en referencia de la movilidad sostenible no es fácil, pero sí necesario. Inversión, renovación y largo plazo, las palabras clave que marcan la victoria del futuro de transporte.